El sueño: mitos y realidades
El sueño es un tema que cada vez nos preocupa más, sobre todo porque es un proceso clave para nuestra salud y bienestar tanto físico como mental. Pero ¿qué es el sueño?
¿Necesitamos dormir 8 horas diarias? ¿Puedo mejorar mi sueño si llevo toda la vida durmiendo mal? Vamos a intentar entender un poco en qué se basa el sueño: los mitos y las realidades.
Los seres humanos pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, sí, tal como lees. El sueño no es simplemente dormir o no hacer nada, es un fenómeno muy complejo, un proceso que, como dice Nacho Roura, graduado en psicología e investigador en neurociencia, “ocupa tal cantidad de nuestro tiempo de vida debe contribuir de forma importante a nuestra salud. Debe tener una función”.
¿Cuál es la función del sueño?
Estar despiertos o dormidos es el resultado de un equilibrio entre dos sistemas: uno que lucha por mantenernos despiertos y otro que lucha porque nos quedemos dormidos.
Nacho nos pone un ejemplo muy claro: imagina que te acabas de despertar, te levantas de la cama medio aturdida, en ese momento tus dos sistemas están luchando entre sí, tu sistema de activación comienza una pelea con tu sistema del sueño que quiere que sigas durmiendo.
Si te acercas a una ventana y te dan los primeros rayos de sol, tus ojos captan esa luz y envían un mensaje a tu cerebro: ya es de día, toca activarse. En ese momento se ponen en marcha un sinfín de procesos y otras tantas hormonas como el cortisol que nutren a ese sistema de activación para que gane la batalla. Ese funcionamiento sucede a la inversa cuando llegamos al final del día y toca irse a dormir.
Si bien ese proceso biológico es común a todos, no todas las personas pueden conciliar el sueño de la misma forma, hay personas que tienen una excelente calidad del sueño logrando dormirse enseguida y en cualquier lugar.
Por otro lado, existen otras que tienen una lucha mayor por conciliar el sueño y que en consecuencia tienen problemas de sueño.
Lo mismo pasa con la productividad, hay personas muy productivas en las primeras horas del día y otras que lo son en las últimas. Y te preguntarás, ¿y esto por qué es si tenemos el mismo proceso biológico? Pues porque aquí entran en juego los cronotipos, como define perfectamente Nacho, los cronotipos hacen referencia a los momentos del día en el que nuestro funcionamiento es óptimo y nuestra tendencia al sueño es mínima.
Actualmente, conocemos 6 cronotipos: desde matutinos extremos hasta vespertinos extremos, la sociedad está pensada y articulada para que tu mayor productividad se dé durante la mañana, solo tenemos que ver los horarios de las oficinas, colegios o universidades.
Por ello las personas más productivas por la mañana funcionan mejor dentro de todo este entramado y los vespertinos pues, lo tienen un poquito más difícil; de hecho, reciben con frecuencia críticas acerca de su vagancia o falta de disciplina cuando simplemente su organismo funciona con unos ritmos que no encajan del todo con los ritmos que marca la sociedad.
¿Te gustaría saber más sobre el sueño?
No te pierdas el podcast en Calíope sobre los mitos y las verdades del sueño de Nacho Roura.
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